La Akatsuki durmiente.
Por: Mai shiranui
Notas: Esta es, por mucho, la cosa más estúpida que escrito, pero creo que es una historia graciosa. Está basada en la historia de la Bella Durmiente (lo cual es bastante obvio dado el título) pero los personajes y situaciones del cuento tradicional están distorsionados de manera tal que pudiera combinarlos con el mundo de Akatzuki. Mas bien debo disculparme de antemano por lo larguito del fic, mejorare la proxima ^^
+++++++++++++++++++++++++
Erase una vez en una lejana tierra. En ese reino había un rey y una reina, que tuvieron una hermosa hija a la que llamaron Konan, y hubo una gran fiesta para celebrar su nacimiento. A esta fiesta acudieron los más respetables shinobis de toda la comarca y los más ricos feudales de otras tierras.
El castillo estaba decorado bellamente con sedas y piedras preciosas, el vino y la comida eran deliciosos y la música animaba a todos los invitados a bailar.
-Bien, pues es hora de que todos conozcan a la pequeña Konan....- la reina dijo, y pidió a la nana de la princesa que la trajera.
La nana trajo consigo a tres sirvientes, quienes cargaban una cuna de marfil, rodeada por cortinas de las más finas gasas. La reina abrió las cortinitas de gasa. Dentro de la cunita estaba la bebita más bella del cielo. La bebé dormía plácidamente, y sus cabellos negros como la noche brillaba con la luz que entraba por los ventanales del salón.
De repente un gran barullo se escuchó en el salón. -Miren, arriba!- -Miren, ya llegaron!-
Toda la gente volteó hacia arriba. Ahí, en lo alto del salón flotaban las Tres Hadas Madrinas que habían sido invitadas a la fiesta.
El hada Sasori, el hada Deidara y el hada Itachi descendieron al suelo y se pararon junto a la cuna.
-Bienvenidas, Hadas Madrinas!- la reina dijo, y todos los presentes se inclinaron para saludar a las hadas recién llegadas.
-Pues bien, es hora de hacer nuestro trabajo!- Exclamó felizmente el hada Deidara.
-De acuerdo!-, asintieron las otras dos hadas.
El hada Sasori levantó su varita mágica e hizo un pase mágico, que derramó lucecitas rojas sobre la princesa Konan. -Con mis poderes yo te doy los regalos de la belleza y la inteligencia! Poseerás estos dones y los usarás para servir a los demás!-
El hada Deidara levantó su varita mágica e hizo un pase mágico, que movió un vientecillo dorado alrededor de la princesa Konan. -Con mis poderes yo te doy el regalo de la habilidad con el origami!, Poseerás este don y lo usarás para servir a los demás!-
El hada Itachi levantó su varita mágica, pero justo cuando iba a hacer su pase mágico, un fuerte trueno resonó en los cielos.
-Como se atrevieron a no invitarme a la fiesta!- Todos miraron hacia la entrada del salón. Ahí, ataviado con su negro traje y llevando su báculo mágico, estaba el brujo Orochimaru, acompañado de su fiel sirviente Kabuto. -No es justo! Yo también quería venir! Pero no me invitaron! Por ello...- el brujo Orochimaru levantó su mano derecha y apuntó hacia los reyes con el dedo índice. -...yo los maldigo!!!-
Toda la concurrencia soltó un grito de terror. Los reyes se abrazaron. -No, por favor, brujo Orochimaru!- exclamaron.
-wuahahahahahahaha! SÍ! Yo los maldigo...en 19 años... la princesa Konan se picará el dedo índice de la mano derecha con la punta de una shuriken y caerá en el más profundo de los sueños, junto con este reino! Esa es mi venganza! wuahahahahahahaha!- Una vez dicho esto, el brujo Orochimaru y Kabuto desaparecieron en una nube de humo.
-Oh, no! Ahora que haremos!- exclamó la reina. -No hay mucho que podamos hacer...- dijo el hada Sasori, - ...el brujo Orochimaru es muy poderoso.- El hada Itachi levantó su varita de nuevo.
-Lo más que puedo hacer es esto...Con mis poderes yo te envió la protección de los seres superiores para que ellos te auxilien cuando caigas en tu profundo sueño, Konan. Llegará un shinobi, el más valiente y atractivo de todos. Y este shinobi te rescatará de las garras de ese sueño con un beso de amor. Ese beso te despertará a ti y a todo tu reino.-
El hada Itachi hizo un pase mágico, y una luz rosada cubrió a la princesa Konan.
-Podemos llevarla con nosotros,- dijo el hada Deidara,- y así nos aseguraremos de que en 16 años no toque ninguna shuriken y de que el brujo Orochimaru no se le acerque.-
Los reyes estuvieron de acuerdo y entregaron a la princesa Konan a las Tres Hadas Madrinas. Las Hadas tomaron a la bebe y desaparecieron en medio de una luz blanca.
***
Los años pasaron y un día un shinobi iba caminando por el bosque. Estaba listo para cazar alguna fiera. El shinobi oyó de repente un ruido entre los arbustos.
-Vaya, vaya...algún ciervo está a punto de caer en mis manos...- el shinobi alistó un arma y la lanzó al ciervo, atrapándolo. -Te tengo!-
El shinobi jaló con la mano para acercar a la presa y atestarle el golpe mortal. Pero cuando jaló y sacó a su presa de entre los arbustos, se dio cuenta de que no había atrapado un ciervo, sino a una muchacha.
-Que te pasa! Suéltame!- La muchacha tenía cara de asustada, pero el shinobi la miraba sonrojado. –Hola sexy… perdón! Quise decir señorita!!! Que hace una criatura tan bella y delicada como usted sola en el bosque? Alguien podría tratar de lastimarla...- dijo mientras sonreía y hacia una leve reverencia mostrando respeto y caballerosidad.
-Mira, amigo! Suéltame o si no vas a arrepentirte.- La muchacha le lanzó una mirada defensiva al shinobi. -De verdad? Cuál es tu nombre, sexy?, perdón, quise decir señorita!!!, maldición siempre me confundo. Yo soy Pein.- Pein se acercó a la muchacha, quien seguía tirada en el piso.
Pero cuál sería la sorpresa de Pein cuando la muchacha saco un gran abanico de papel (perdónenme, pero no conozco mucho sobre las técnicas de Konan). -No te acerques o te pateare el trasero y te sacare volando hacia la luna!...- Pein la miro extrañado.
-espera. Por favor no me malinterpretes...- dijo Pein con la voz entrecortada.
-Cobarde!, temes ser golpeado por una campesina- La muchacha gritó burlonamente.
Pein se rió. -De acuerdo. Calma preciosa, ups! Otra vez!, solo olvídalo. Cómo te llamas?- la muchacha, se incorporó.
-Konan. Me llamo Konan.- La campesina escondió su abanico.
-Konan? Ese nombre es muy peculiar!- Pein no pudo ocultar su asombro. Konan sonrió ligeramente.
-De acuerdo, Konan. Tu ganas.- Konan miró hacia el cielo. -Se hace tarde. Tengo que irme.-
Pein vio su oportunidad perfecta para acompañar a Konan.
-Te acompaño?-
Konan lo miró. -No.
Dicho esto, Konan desapareció entre los arbustos, dejando a Pein perplejo. -Rayos! Como es que este ángel tiene el carácter de un demonio?
Un rato después, en una casita en medio del bosque, Konan encontró al hada Deidara preparando la comida.
-Hola Konan! Como te fue en el bosque?- Konan lo miró sarcásticamente.
-Masomenos, Un ninja extraño me ataco creyendo que yo era un ciervo, y luego me dijo cosas raras.-
El hada Deidara miró con preocupación a Konan. -Ten cuidado. Konan miró al hada Deidara. -Ya lo sé.-
-Hada Deidara...porque no puedo visitar a mis padres?- Konan preguntó con la voz triste.
-Ya sabes. No hasta que cumplas 19 años. Entonces el peligro habrá pasado...princesa Konan.-
La princesa Konan asintió. El peligro. La maldición. Ya lo sabía.
**
Días después, la princesa Konan caminaba por el bosque cuando escuchó un grito.
-AYUDA! ALGUIEN AYÚDEME! POR FAVOR!-
Konan corrió al lugar de donde venían los gritos. Un anciano estaba tendido en el piso y tenía una shuriken clavada en una pierna. La herida hecha sangraba profundamente.
-Calma. Yo sé primeros auxilios!- Konan se acercó al anciano y cuidadosamente lo curó y vendó, usando trozos de su propia ropa.
Konan acercó sus dedos para tocar la punta de la shuriken, pero sin querer se pinchó la punta del dedo.
-Ay! Diablos...- dijo, y se chupó la punta del dedo índice para quitarse la sangre.
-Bien...gracias, muchacha! Con esto puedo llegar a mi casa! Eres muy amable...-
Konan ayudó al anciano a ponerse de pié.
*
Un rato después, Konan llegó a la casita en el bosque.
-Hola, Konan!- la saludó el hada Sasori.
-Hola, hada Sasori...-
Sasori miró a Konan. Estaba más pálida que de costumbre. -Te sientes bien, Konan?- Konan miró al hada de pelo rojizo.
-No...- Konan perdió el equilibrio y se desplomó.
-Konan! KONAN!!!- Sasori gritó con desesperación. El hada Itachi y el hada Deidara fueron a ver qué pasaba.
-Sasori, que pasa!- gritó Deidara.
-No sé! Algo le pasa a Konan!- Sasori se arrodilló junto a Konan y trató de despertarla. Itachi se acercó y entonces supo que pasaba.
-No...No puede ser...! Su dedo! Miren!-
Las otras dos hadas miraron el dedo índice de la mano derecha de Konan.
-NO!- gritó Deidara.
Sasori derramó lágrimas de dolor, y Itachi supo que el Reino caería también en un profundo sueño.
Las hadas llevaron a la princesa al Castillo, donde les explicaron a los padres de Konan lo sucedido. El rey y la reina no podían culpar a las hadas...y sabían que todo su reino caería en un profundo sueño.
Los reyes y las hadas llevaron a la princesa a su habitación. La recostaron en su cama, y le pusieron una rosa blanca entre las manos, cuidando quitarle todas las espinas antes. Konan no tenía suerte con las cosas que podían picarle los dedos.
Las hadas se fueron, sabiendo que ahora solo podían esperar a que el shinobi llegara a rescatar a Konan.
**
Las hadas, claro, no podían quedarse con los brazos cruzados y las varitas guardadas, así que decidieron usar los conocimientos de Sasori en computación (¿?) para que esta mandara mails a todos los shinobis de la comarca. El mensaje enviado era el siguiente:
Estimado shinobi:
Solicitamos sus heroicos servicios para poder salvar a una bella princesa y a su reino, quienes han caído bajo un hechizo del malvado brujo Orochimaru y su fiel sirviente Kabuto. Si usted logra rescatar a la princesa Konan, obtendrá su mano y por lo tanto, el reino.
Los interesados, favor de mandar un mensaje a Sasori@treshadasmadrinas.com, con todos sus datos.
Gracias.
Atentamente,
Las Tres Hadas Madrinas
Cientos de shinobis mandaron su mensaje. Los elegidos fueron citados por las Tres Hadas Madrinas y recibieron instrucciones y una serie de advertencias sobre los malvados secuaces del brujo Orochimaru.
Los shinobis se dirigieron al castillo, ahora custodiado por terribles criaturas: serpientes gigantes, plantas carnívoras y grupos anti-animes.
Los shinobis lograron sortear estos peligros...sí! Aún a los grupos anti-animes! Pero tuvieron un fatídico encuentro con Kabuto, quien los ensartó en estacas en un solo movimiento.
El brujo Orochimaru se rió estruendosamente frente a su caldero mágico, que le mostraba la escena, como si fuera una pantalla de televisión.
-JAJAJAJAJAJAAAAAAAA! Qué bueno! Eso se ganan por excluirme de todas las fiestas! Esas hadas madrinas no lograrán despertar al reino, y entonces
Seré yo quien haga las fiestas y quien decida a quien invitar!! JAJAJAAAAA!-
El fiel sirviente Kabuto se acercó al brujo Orochimaru. -Vamos, Orochimaru...has estado trabajando demasiado frente a ese caldero. Necesitas descansar...- Kabuto le dio al brujo un vaso con agua.
-Ya, Orochimaru...yo te ayudo a eliminar a esos shinobis...- El brujo se acercó a Kabuto y le dijo que no se entrometa en su venganza. Vaya! Kabuto gruño apáticamente.- terco! Por eso no rindes en las fiestas!
**
El tiempo pasó así, hasta que fueron dos años. En una aldea a varios días y varias noches del reino, un shinobi abrió su correo electrónico.
-Vaya...este mensaje tiene más de dos años...veamos que dice...-
El shinobi Pein leyó el correo. -Que! Y yo no leí mi correo en dos años! Espero que pueda entrar a esto todavía...- Pein mandó a Sasori@treshadasmadrinas.com un mensaje con sus datos.
*
Sasori estaba revisando su correo electrónico. -Nada...nadie quiere ayudarnos a rescatar a Konan...-
Itachi le llevó una taza de café a Sasori. -Es lógico que estén asustados...después de saber que Kabuto ensartó a todos como paletas, cualquiera se espantaría...pero calma. Mis hechizos no fallan. Verás que algún shinobi interesado se comunica.
Deidara asintió. -Sí. Tengamos fe.-
En ese momento, se oyó una voz electrónica. -Tienes un E-mail....-
Las tres hadas se emocionaron al ver que era de un shinobi. De inmediato respondieron para hacer la cita con él.
Algunos días después, el shinobi Pein acudió a la casita del bosque para hablar con las hadas.
-Bienvenido, Pein! Es un gusto que usted esté aquí!- Deidara dijo al abrir la puerta.
-Gracias, hada Deidara.-
Ya adentro, las tres hadas le explicaron a Pein la situación.
-...y los últimos veinte que fueron...pues...están chamuscados como carbón afuera del castillo...no será fácil vencer a lero y a Kabuto.- Itachi terminó de dar su explicación.
-Orochimaru es solo un payaso!- Pein exclamó. -Y bueno...no tienen una foto de la princesa? Igual y así me decido.-
Sasori asintió y le dio una foto donde estaban ellos (las tres hadas) con Konan.
-Konan...?- Pein sintió que su corazón saltaba de emoción. Konan. Era Konan, la campesina de quien se había enamorado hacía dos años. -Es Konan?-
Sasori, Itachi y Deidara se sorprendieron. -La conoces?- preguntó Deidara. Pein oyó a su corazón decirle que debía rescatar a Konan.
-Nos conocimos en el bosque hace dos años. Por accidente la atrapé pensando que era un ciervo...- Pein miró la foto y recordó a Konan tan claramente como si la hubiera visto ayer.
Deidara hizo memoria. -Tú fuiste el pervertido que trató de aprovecharse de ella en el bosque!-
Pein sintió una enorme gota de sudor brotar junto a su rostro. -NO! Era un mal entendido. Nunca hubiera atentado contra la honra de Konan...- dijo Pein, con todo el nerviosismo en su voz.
-Debo rescatarla y vencer al brujo Orochimaru...no importa que pase. Voy a ganar su amor!-
Las hadas sintieron una felicidad enorme. Por fin, el shinobi más valiente y atractivo (bueno más valiente y “moderno”) de todos rescataría a Konan.
-Antes de irte, te daremos un traje que te protegerá del ataque de las serpientes, unos lentes de contactos que te permitirán ver en la oscuridad del castillo de Orochimaru, y unos piercing nuevos que te ayudará a controlar y aumentar tu chakra y vencer a Kabuto. Pero vencer a Orochimaru tendrá que ver solo con tu habilidad.- Sasori le entregó a Pein su nuevo atuendo.
Pein fue a cambiarse, y cuando estuvo listo se miró al espejo. Vestido de negro, parecía un sicario.
Pein se despidió de las hadas y les prometió una vez más que salvaría a Konan.
**
Después de varios días con sus noches, Pein llegó al castillo. No le fue difícil vencer a las serpientes, a las plantas carnívoras y a los grupos anti-animes Kabuto tampoco fue problema.
Pein continuó su camino dentro del castillo, que ahora pertenecía a Orochimaru. Después de caminar mucho encontró al malvado brujo, en una de las torres del castillo. El brujo había observado todo a través de su caldero mágico.
-TU! Tú te atreviste a lastimar a mi sirviente! No te lo perdonaré!- Orochimaru se preparó para atacar a Pein, pero justo cuando iba a hacerlo, se tropezó con su propio caldero, y regó todo el líquido por todas partes. Pein no pudo evitar reírse.
-Ya sabía que eres un payaso...- Pein se alistó para atacar a Orochimaru, quien se convirtió en Orochimaru chibi (ayyyy que lindo) y comenzó a llorar como un niño pequeño (que bonito).
-No es justo! Yo solo quería ir a las fiestas! Buaaaaaah...!-
-Calma. Prometo invitarte a mis fiestas si te calmas y me dices donde está Konan.- Pein habló con tono tranquilizador.
-En serio? Voy a poder ir a tus fiestas?- A Orochimaru chibi se le llenaron los ojitos de felicidad.
-Si, en serio...-
Orochimaru recuperó la compostura y regresó a su forma original. -En ese caso, supongo que ya no tiene caso pelear...La princesa Konan está en la habitación que está sobre ese pasillo, al fondo a la derecha.-
Pein miró extrañado al brujo. -En el baño? La has tenido todo el tiempo ahí? Acaso está enferma del estómago?-
Orochimaru no pudo evitar gruñir ante el comentario estúpido de Pein. -No, tarado.
Es su habitación. Ve antes de que me arrepienta.-
Pein asintió y se dirigió a la habitación de Konan. Cuando estuvo frente a la puerta, se acomodó la ropa y se peino el cabello. Abrió la puerta. Ciertamente no era un baño.
Ahí había un solo mueble, una cama con sábanas de seda y almohadones de plumas, todo en blanco.
En la cama, una figura de piel blanca y aterciopelada estaba recostada, con una rosa blanca entre las manos. La rosa estaba fresca, como si la hubieran cortado esa misma mañana. Junto a la figura durmiente, estaban varias figuras de papel.
Pein se acercó cuidadosamente, como si no quisiera estropear la pureza del ambiente. La figura estaba pálida. Parecía que no era un sueño, sino la muerte, la que lo había postrado en esa cama. Pein se sentó junto a la princesa Konan y la miró. -Que bella es, Konan, princesa del Reino.-
Pein se agachó para besar a Konan. Justo cuando Pein iba a ponerle más fuego a la situación, un fuerte tirón le tocó los cabellos. –con un sencillo beso basta...-
Pein se movió hacia atrás y vio que Konan estaba despierta, jalándole los cabellos. -Como hiciste eso sin que yo me diera cuenta?.- Y como es que eres tan bella?...- Pein estaba fascinado con los ojos de Konan.
-Bueno, el hada Deidara me dio el don de la habilidad con el papel y el hada Sasori el de la belleza y la inteligencia...- Konan quitó la mano del cabello de Pein. -Y el hada Itachi? Qué don te dio?-
Konan miró a Pein. -Ninguno. El me dio otra cosa...el destino de casarme con aquel que me besara para despertarme de este sueño. Ese eres tú...
Pein sonrió. Ok.- Los dos sonrieron. ***
Algunos días después, el reino entero estaba de fiesta de nuevo, esta vez para celebrar la unión de Pein y Konan.
-Ya ves, Orochimaru! Ahora tu eres el invitado especial de la fiesta!- Pein le dijo a Orochimaru.
-Ya sé. Gracias, Pein. Gracias a todos por perdonarme...-
Y desde ese momento, todos vivieron felices para siempre.
*******************
-CORTE Y QUEDA!- Tobi gritó desde su silla. -Muy buen trabajo, chicos! Kisame-kun, esa narración estuvo fabulosa!-
Todos se dirigían a sus camerinos para cambiarse.
-Felices para siempre! Esto es lo más estúpido que he dicho en mi vida!- Kisame no podía dejar de gritar.
-Ya, Kisame! Tu no tuviste que vestirte de hada con un tú-tú moradito y danzar por todo el set!- Deidara gritó.
-Pues parece que no te la pasaste tan mal...Deidara se veía muy divertido!- dijo Sasori
Se atacó de la risa.
-Claro que no! Solo estaba actuando.- Deidara replicó molesto, todavía en su Tú-tú moradito.
Orochimaru se miró al espejo. -Y que dicen de la escena del caldero! Eso sí fue estúpido!-
-Deidara tiene razón. Nada es peor que los tú-tú...-Itachi no podía esperar para quitarse el trajecillo rosa pastel. -Y tú, Sasori...no estabas fingiendo! Sé que a ti te gusta el tu-tu color azul!-
Sasori se dio la media vuelta y se fue.
-Ya, ya. Dejen de discutir.- Tobi puso orden.
Les digo algo….-dijo Kabuto.- Deidara me dijo que el tu-tu era muy cómodo porque se sentía la suave brisa y….-ya basta!!!.- dijo Deidara con el rostro ruborizado.
Todos.- jajajajajajaja
FIN...
Por: Mai shiranui
Notas: Esta es, por mucho, la cosa más estúpida que escrito, pero creo que es una historia graciosa. Está basada en la historia de la Bella Durmiente (lo cual es bastante obvio dado el título) pero los personajes y situaciones del cuento tradicional están distorsionados de manera tal que pudiera combinarlos con el mundo de Akatzuki. Mas bien debo disculparme de antemano por lo larguito del fic, mejorare la proxima ^^
+++++++++++++++++++++++++
Erase una vez en una lejana tierra. En ese reino había un rey y una reina, que tuvieron una hermosa hija a la que llamaron Konan, y hubo una gran fiesta para celebrar su nacimiento. A esta fiesta acudieron los más respetables shinobis de toda la comarca y los más ricos feudales de otras tierras.
El castillo estaba decorado bellamente con sedas y piedras preciosas, el vino y la comida eran deliciosos y la música animaba a todos los invitados a bailar.
-Bien, pues es hora de que todos conozcan a la pequeña Konan....- la reina dijo, y pidió a la nana de la princesa que la trajera.
La nana trajo consigo a tres sirvientes, quienes cargaban una cuna de marfil, rodeada por cortinas de las más finas gasas. La reina abrió las cortinitas de gasa. Dentro de la cunita estaba la bebita más bella del cielo. La bebé dormía plácidamente, y sus cabellos negros como la noche brillaba con la luz que entraba por los ventanales del salón.
De repente un gran barullo se escuchó en el salón. -Miren, arriba!- -Miren, ya llegaron!-
Toda la gente volteó hacia arriba. Ahí, en lo alto del salón flotaban las Tres Hadas Madrinas que habían sido invitadas a la fiesta.
El hada Sasori, el hada Deidara y el hada Itachi descendieron al suelo y se pararon junto a la cuna.
-Bienvenidas, Hadas Madrinas!- la reina dijo, y todos los presentes se inclinaron para saludar a las hadas recién llegadas.
-Pues bien, es hora de hacer nuestro trabajo!- Exclamó felizmente el hada Deidara.
-De acuerdo!-, asintieron las otras dos hadas.
El hada Sasori levantó su varita mágica e hizo un pase mágico, que derramó lucecitas rojas sobre la princesa Konan. -Con mis poderes yo te doy los regalos de la belleza y la inteligencia! Poseerás estos dones y los usarás para servir a los demás!-
El hada Deidara levantó su varita mágica e hizo un pase mágico, que movió un vientecillo dorado alrededor de la princesa Konan. -Con mis poderes yo te doy el regalo de la habilidad con el origami!, Poseerás este don y lo usarás para servir a los demás!-
El hada Itachi levantó su varita mágica, pero justo cuando iba a hacer su pase mágico, un fuerte trueno resonó en los cielos.
-Como se atrevieron a no invitarme a la fiesta!- Todos miraron hacia la entrada del salón. Ahí, ataviado con su negro traje y llevando su báculo mágico, estaba el brujo Orochimaru, acompañado de su fiel sirviente Kabuto. -No es justo! Yo también quería venir! Pero no me invitaron! Por ello...- el brujo Orochimaru levantó su mano derecha y apuntó hacia los reyes con el dedo índice. -...yo los maldigo!!!-
Toda la concurrencia soltó un grito de terror. Los reyes se abrazaron. -No, por favor, brujo Orochimaru!- exclamaron.
-wuahahahahahahaha! SÍ! Yo los maldigo...en 19 años... la princesa Konan se picará el dedo índice de la mano derecha con la punta de una shuriken y caerá en el más profundo de los sueños, junto con este reino! Esa es mi venganza! wuahahahahahahaha!- Una vez dicho esto, el brujo Orochimaru y Kabuto desaparecieron en una nube de humo.
-Oh, no! Ahora que haremos!- exclamó la reina. -No hay mucho que podamos hacer...- dijo el hada Sasori, - ...el brujo Orochimaru es muy poderoso.- El hada Itachi levantó su varita de nuevo.
-Lo más que puedo hacer es esto...Con mis poderes yo te envió la protección de los seres superiores para que ellos te auxilien cuando caigas en tu profundo sueño, Konan. Llegará un shinobi, el más valiente y atractivo de todos. Y este shinobi te rescatará de las garras de ese sueño con un beso de amor. Ese beso te despertará a ti y a todo tu reino.-
El hada Itachi hizo un pase mágico, y una luz rosada cubrió a la princesa Konan.
-Podemos llevarla con nosotros,- dijo el hada Deidara,- y así nos aseguraremos de que en 16 años no toque ninguna shuriken y de que el brujo Orochimaru no se le acerque.-
Los reyes estuvieron de acuerdo y entregaron a la princesa Konan a las Tres Hadas Madrinas. Las Hadas tomaron a la bebe y desaparecieron en medio de una luz blanca.
***
Los años pasaron y un día un shinobi iba caminando por el bosque. Estaba listo para cazar alguna fiera. El shinobi oyó de repente un ruido entre los arbustos.
-Vaya, vaya...algún ciervo está a punto de caer en mis manos...- el shinobi alistó un arma y la lanzó al ciervo, atrapándolo. -Te tengo!-
El shinobi jaló con la mano para acercar a la presa y atestarle el golpe mortal. Pero cuando jaló y sacó a su presa de entre los arbustos, se dio cuenta de que no había atrapado un ciervo, sino a una muchacha.
-Que te pasa! Suéltame!- La muchacha tenía cara de asustada, pero el shinobi la miraba sonrojado. –Hola sexy… perdón! Quise decir señorita!!! Que hace una criatura tan bella y delicada como usted sola en el bosque? Alguien podría tratar de lastimarla...- dijo mientras sonreía y hacia una leve reverencia mostrando respeto y caballerosidad.
-Mira, amigo! Suéltame o si no vas a arrepentirte.- La muchacha le lanzó una mirada defensiva al shinobi. -De verdad? Cuál es tu nombre, sexy?, perdón, quise decir señorita!!!, maldición siempre me confundo. Yo soy Pein.- Pein se acercó a la muchacha, quien seguía tirada en el piso.
Pero cuál sería la sorpresa de Pein cuando la muchacha saco un gran abanico de papel (perdónenme, pero no conozco mucho sobre las técnicas de Konan). -No te acerques o te pateare el trasero y te sacare volando hacia la luna!...- Pein la miro extrañado.
-espera. Por favor no me malinterpretes...- dijo Pein con la voz entrecortada.
-Cobarde!, temes ser golpeado por una campesina- La muchacha gritó burlonamente.
Pein se rió. -De acuerdo. Calma preciosa, ups! Otra vez!, solo olvídalo. Cómo te llamas?- la muchacha, se incorporó.
-Konan. Me llamo Konan.- La campesina escondió su abanico.
-Konan? Ese nombre es muy peculiar!- Pein no pudo ocultar su asombro. Konan sonrió ligeramente.
-De acuerdo, Konan. Tu ganas.- Konan miró hacia el cielo. -Se hace tarde. Tengo que irme.-
Pein vio su oportunidad perfecta para acompañar a Konan.
-Te acompaño?-
Konan lo miró. -No.
Dicho esto, Konan desapareció entre los arbustos, dejando a Pein perplejo. -Rayos! Como es que este ángel tiene el carácter de un demonio?
Un rato después, en una casita en medio del bosque, Konan encontró al hada Deidara preparando la comida.
-Hola Konan! Como te fue en el bosque?- Konan lo miró sarcásticamente.
-Masomenos, Un ninja extraño me ataco creyendo que yo era un ciervo, y luego me dijo cosas raras.-
El hada Deidara miró con preocupación a Konan. -Ten cuidado. Konan miró al hada Deidara. -Ya lo sé.-
-Hada Deidara...porque no puedo visitar a mis padres?- Konan preguntó con la voz triste.
-Ya sabes. No hasta que cumplas 19 años. Entonces el peligro habrá pasado...princesa Konan.-
La princesa Konan asintió. El peligro. La maldición. Ya lo sabía.
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Días después, la princesa Konan caminaba por el bosque cuando escuchó un grito.
-AYUDA! ALGUIEN AYÚDEME! POR FAVOR!-
Konan corrió al lugar de donde venían los gritos. Un anciano estaba tendido en el piso y tenía una shuriken clavada en una pierna. La herida hecha sangraba profundamente.
-Calma. Yo sé primeros auxilios!- Konan se acercó al anciano y cuidadosamente lo curó y vendó, usando trozos de su propia ropa.
Konan acercó sus dedos para tocar la punta de la shuriken, pero sin querer se pinchó la punta del dedo.
-Ay! Diablos...- dijo, y se chupó la punta del dedo índice para quitarse la sangre.
-Bien...gracias, muchacha! Con esto puedo llegar a mi casa! Eres muy amable...-
Konan ayudó al anciano a ponerse de pié.
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Un rato después, Konan llegó a la casita en el bosque.
-Hola, Konan!- la saludó el hada Sasori.
-Hola, hada Sasori...-
Sasori miró a Konan. Estaba más pálida que de costumbre. -Te sientes bien, Konan?- Konan miró al hada de pelo rojizo.
-No...- Konan perdió el equilibrio y se desplomó.
-Konan! KONAN!!!- Sasori gritó con desesperación. El hada Itachi y el hada Deidara fueron a ver qué pasaba.
-Sasori, que pasa!- gritó Deidara.
-No sé! Algo le pasa a Konan!- Sasori se arrodilló junto a Konan y trató de despertarla. Itachi se acercó y entonces supo que pasaba.
-No...No puede ser...! Su dedo! Miren!-
Las otras dos hadas miraron el dedo índice de la mano derecha de Konan.
-NO!- gritó Deidara.
Sasori derramó lágrimas de dolor, y Itachi supo que el Reino caería también en un profundo sueño.
Las hadas llevaron a la princesa al Castillo, donde les explicaron a los padres de Konan lo sucedido. El rey y la reina no podían culpar a las hadas...y sabían que todo su reino caería en un profundo sueño.
Los reyes y las hadas llevaron a la princesa a su habitación. La recostaron en su cama, y le pusieron una rosa blanca entre las manos, cuidando quitarle todas las espinas antes. Konan no tenía suerte con las cosas que podían picarle los dedos.
Las hadas se fueron, sabiendo que ahora solo podían esperar a que el shinobi llegara a rescatar a Konan.
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Las hadas, claro, no podían quedarse con los brazos cruzados y las varitas guardadas, así que decidieron usar los conocimientos de Sasori en computación (¿?) para que esta mandara mails a todos los shinobis de la comarca. El mensaje enviado era el siguiente:
Estimado shinobi:
Solicitamos sus heroicos servicios para poder salvar a una bella princesa y a su reino, quienes han caído bajo un hechizo del malvado brujo Orochimaru y su fiel sirviente Kabuto. Si usted logra rescatar a la princesa Konan, obtendrá su mano y por lo tanto, el reino.
Los interesados, favor de mandar un mensaje a Sasori@treshadasmadrinas.com, con todos sus datos.
Gracias.
Atentamente,
Las Tres Hadas Madrinas
Cientos de shinobis mandaron su mensaje. Los elegidos fueron citados por las Tres Hadas Madrinas y recibieron instrucciones y una serie de advertencias sobre los malvados secuaces del brujo Orochimaru.
Los shinobis se dirigieron al castillo, ahora custodiado por terribles criaturas: serpientes gigantes, plantas carnívoras y grupos anti-animes.
Los shinobis lograron sortear estos peligros...sí! Aún a los grupos anti-animes! Pero tuvieron un fatídico encuentro con Kabuto, quien los ensartó en estacas en un solo movimiento.
El brujo Orochimaru se rió estruendosamente frente a su caldero mágico, que le mostraba la escena, como si fuera una pantalla de televisión.
-JAJAJAJAJAJAAAAAAAA! Qué bueno! Eso se ganan por excluirme de todas las fiestas! Esas hadas madrinas no lograrán despertar al reino, y entonces
Seré yo quien haga las fiestas y quien decida a quien invitar!! JAJAJAAAAA!-
El fiel sirviente Kabuto se acercó al brujo Orochimaru. -Vamos, Orochimaru...has estado trabajando demasiado frente a ese caldero. Necesitas descansar...- Kabuto le dio al brujo un vaso con agua.
-Ya, Orochimaru...yo te ayudo a eliminar a esos shinobis...- El brujo se acercó a Kabuto y le dijo que no se entrometa en su venganza. Vaya! Kabuto gruño apáticamente.- terco! Por eso no rindes en las fiestas!
**
El tiempo pasó así, hasta que fueron dos años. En una aldea a varios días y varias noches del reino, un shinobi abrió su correo electrónico.
-Vaya...este mensaje tiene más de dos años...veamos que dice...-
El shinobi Pein leyó el correo. -Que! Y yo no leí mi correo en dos años! Espero que pueda entrar a esto todavía...- Pein mandó a Sasori@treshadasmadrinas.com un mensaje con sus datos.
*
Sasori estaba revisando su correo electrónico. -Nada...nadie quiere ayudarnos a rescatar a Konan...-
Itachi le llevó una taza de café a Sasori. -Es lógico que estén asustados...después de saber que Kabuto ensartó a todos como paletas, cualquiera se espantaría...pero calma. Mis hechizos no fallan. Verás que algún shinobi interesado se comunica.
Deidara asintió. -Sí. Tengamos fe.-
En ese momento, se oyó una voz electrónica. -Tienes un E-mail....-
Las tres hadas se emocionaron al ver que era de un shinobi. De inmediato respondieron para hacer la cita con él.
Algunos días después, el shinobi Pein acudió a la casita del bosque para hablar con las hadas.
-Bienvenido, Pein! Es un gusto que usted esté aquí!- Deidara dijo al abrir la puerta.
-Gracias, hada Deidara.-
Ya adentro, las tres hadas le explicaron a Pein la situación.
-...y los últimos veinte que fueron...pues...están chamuscados como carbón afuera del castillo...no será fácil vencer a lero y a Kabuto.- Itachi terminó de dar su explicación.
-Orochimaru es solo un payaso!- Pein exclamó. -Y bueno...no tienen una foto de la princesa? Igual y así me decido.-
Sasori asintió y le dio una foto donde estaban ellos (las tres hadas) con Konan.
-Konan...?- Pein sintió que su corazón saltaba de emoción. Konan. Era Konan, la campesina de quien se había enamorado hacía dos años. -Es Konan?-
Sasori, Itachi y Deidara se sorprendieron. -La conoces?- preguntó Deidara. Pein oyó a su corazón decirle que debía rescatar a Konan.
-Nos conocimos en el bosque hace dos años. Por accidente la atrapé pensando que era un ciervo...- Pein miró la foto y recordó a Konan tan claramente como si la hubiera visto ayer.
Deidara hizo memoria. -Tú fuiste el pervertido que trató de aprovecharse de ella en el bosque!-
Pein sintió una enorme gota de sudor brotar junto a su rostro. -NO! Era un mal entendido. Nunca hubiera atentado contra la honra de Konan...- dijo Pein, con todo el nerviosismo en su voz.
-Debo rescatarla y vencer al brujo Orochimaru...no importa que pase. Voy a ganar su amor!-
Las hadas sintieron una felicidad enorme. Por fin, el shinobi más valiente y atractivo (bueno más valiente y “moderno”) de todos rescataría a Konan.
-Antes de irte, te daremos un traje que te protegerá del ataque de las serpientes, unos lentes de contactos que te permitirán ver en la oscuridad del castillo de Orochimaru, y unos piercing nuevos que te ayudará a controlar y aumentar tu chakra y vencer a Kabuto. Pero vencer a Orochimaru tendrá que ver solo con tu habilidad.- Sasori le entregó a Pein su nuevo atuendo.
Pein fue a cambiarse, y cuando estuvo listo se miró al espejo. Vestido de negro, parecía un sicario.
Pein se despidió de las hadas y les prometió una vez más que salvaría a Konan.
**
Después de varios días con sus noches, Pein llegó al castillo. No le fue difícil vencer a las serpientes, a las plantas carnívoras y a los grupos anti-animes Kabuto tampoco fue problema.
Pein continuó su camino dentro del castillo, que ahora pertenecía a Orochimaru. Después de caminar mucho encontró al malvado brujo, en una de las torres del castillo. El brujo había observado todo a través de su caldero mágico.
-TU! Tú te atreviste a lastimar a mi sirviente! No te lo perdonaré!- Orochimaru se preparó para atacar a Pein, pero justo cuando iba a hacerlo, se tropezó con su propio caldero, y regó todo el líquido por todas partes. Pein no pudo evitar reírse.
-Ya sabía que eres un payaso...- Pein se alistó para atacar a Orochimaru, quien se convirtió en Orochimaru chibi (ayyyy que lindo) y comenzó a llorar como un niño pequeño (que bonito).
-No es justo! Yo solo quería ir a las fiestas! Buaaaaaah...!-
-Calma. Prometo invitarte a mis fiestas si te calmas y me dices donde está Konan.- Pein habló con tono tranquilizador.
-En serio? Voy a poder ir a tus fiestas?- A Orochimaru chibi se le llenaron los ojitos de felicidad.
-Si, en serio...-
Orochimaru recuperó la compostura y regresó a su forma original. -En ese caso, supongo que ya no tiene caso pelear...La princesa Konan está en la habitación que está sobre ese pasillo, al fondo a la derecha.-
Pein miró extrañado al brujo. -En el baño? La has tenido todo el tiempo ahí? Acaso está enferma del estómago?-
Orochimaru no pudo evitar gruñir ante el comentario estúpido de Pein. -No, tarado.
Es su habitación. Ve antes de que me arrepienta.-
Pein asintió y se dirigió a la habitación de Konan. Cuando estuvo frente a la puerta, se acomodó la ropa y se peino el cabello. Abrió la puerta. Ciertamente no era un baño.
Ahí había un solo mueble, una cama con sábanas de seda y almohadones de plumas, todo en blanco.
En la cama, una figura de piel blanca y aterciopelada estaba recostada, con una rosa blanca entre las manos. La rosa estaba fresca, como si la hubieran cortado esa misma mañana. Junto a la figura durmiente, estaban varias figuras de papel.
Pein se acercó cuidadosamente, como si no quisiera estropear la pureza del ambiente. La figura estaba pálida. Parecía que no era un sueño, sino la muerte, la que lo había postrado en esa cama. Pein se sentó junto a la princesa Konan y la miró. -Que bella es, Konan, princesa del Reino.-
Pein se agachó para besar a Konan. Justo cuando Pein iba a ponerle más fuego a la situación, un fuerte tirón le tocó los cabellos. –con un sencillo beso basta...-
Pein se movió hacia atrás y vio que Konan estaba despierta, jalándole los cabellos. -Como hiciste eso sin que yo me diera cuenta?.- Y como es que eres tan bella?...- Pein estaba fascinado con los ojos de Konan.
-Bueno, el hada Deidara me dio el don de la habilidad con el papel y el hada Sasori el de la belleza y la inteligencia...- Konan quitó la mano del cabello de Pein. -Y el hada Itachi? Qué don te dio?-
Konan miró a Pein. -Ninguno. El me dio otra cosa...el destino de casarme con aquel que me besara para despertarme de este sueño. Ese eres tú...
Pein sonrió. Ok.- Los dos sonrieron. ***
Algunos días después, el reino entero estaba de fiesta de nuevo, esta vez para celebrar la unión de Pein y Konan.
-Ya ves, Orochimaru! Ahora tu eres el invitado especial de la fiesta!- Pein le dijo a Orochimaru.
-Ya sé. Gracias, Pein. Gracias a todos por perdonarme...-
Y desde ese momento, todos vivieron felices para siempre.
*******************
-CORTE Y QUEDA!- Tobi gritó desde su silla. -Muy buen trabajo, chicos! Kisame-kun, esa narración estuvo fabulosa!-
Todos se dirigían a sus camerinos para cambiarse.
-Felices para siempre! Esto es lo más estúpido que he dicho en mi vida!- Kisame no podía dejar de gritar.
-Ya, Kisame! Tu no tuviste que vestirte de hada con un tú-tú moradito y danzar por todo el set!- Deidara gritó.
-Pues parece que no te la pasaste tan mal...Deidara se veía muy divertido!- dijo Sasori
Se atacó de la risa.
-Claro que no! Solo estaba actuando.- Deidara replicó molesto, todavía en su Tú-tú moradito.
Orochimaru se miró al espejo. -Y que dicen de la escena del caldero! Eso sí fue estúpido!-
-Deidara tiene razón. Nada es peor que los tú-tú...-Itachi no podía esperar para quitarse el trajecillo rosa pastel. -Y tú, Sasori...no estabas fingiendo! Sé que a ti te gusta el tu-tu color azul!-
Sasori se dio la media vuelta y se fue.
-Ya, ya. Dejen de discutir.- Tobi puso orden.
Les digo algo….-dijo Kabuto.- Deidara me dijo que el tu-tu era muy cómodo porque se sentía la suave brisa y….-ya basta!!!.- dijo Deidara con el rostro ruborizado.
Todos.- jajajajajajaja
FIN...
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